Los ataques a propiedades con el logotipo de Tesla están aumentando en Estados Unidos y en el extranjero. Aunque no se han reportado heridos, se han visto afectados concesionarios, estaciones de carga y coches particulares.

Este repunte ha coincidido con la asunción de Donald Trump y la autorización a Elon Musk para liderar el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), encargado de aplicar drásticos recortes de gasto público.
Aumentan los ataques y detenciones
En el último mes:
- Colorado: Una mujer fue acusada de arrojar cócteles molotov y pintar “coches nazis” en un concesionario.
- Carolina del Sur: Un hombre fue arrestado por incendiar estaciones de carga de Tesla.
- Oregon: Un hombre lanzó bombas molotov a una tienda de Tesla en Salem y al día siguiente disparó contra las ventanas.
- Seattle: Cuatro Cybertrucks fueron incendiados en un concesionario.
- Las Vegas: Varios vehículos Tesla fueron quemados, con la palabra “Resistir” pintada en rojo en un centro de servicio.
Tesla: De favorito de la izquierda a blanco político
Tesla, que recibió un préstamo de 465 millones de dólares durante la administración Obama, fue inicialmente admirada por los progresistas. Sin embargo, la relación cambió cuando Musk:
- Compró Twitter (ahora X) y relajó las restricciones de contenido.
- Donó 250 millones de dólares a la campaña de Trump 2024.
- Se convirtió en asesor de Trump.
Las acciones de Tesla inicialmente duplicaron su valor tras la elección de Trump, pero han perdido esas ganancias desde entonces.
Reacciones y declaraciones
Elon Musk afirmó que algunos de los ataques fueron organizados por “organizaciones de izquierda financiadas por multimillonarios” y calificó los actos como “atroces”.
Donald Trump calificó el vandalismo como “terrorismo doméstico” y amenazó con represalias.
Por su parte, Pam Bondi, fiscal general, inició una investigación para identificar a los responsables. “Si tocan un Tesla, vamos por ustedes”, advirtió.
Tesla Owners y la resistencia pacífica
Algunos propietarios de Tesla colocan pegatinas con mensajes como:
- “Compré esto antes de que supiéramos que Elon estaba loco”.
- “Solo quería un coche eléctrico. Lo siento, chicos”.
A pesar del clima hostil, Theresa Ramsdell, Presidenta del club Tesla Owners of Washington, aseguró: “No voy a dejar que nadie me juzgue por el auto que conduzco”.