Al menos 2.065 muertos y miles de heridos

El saldo de víctimas por el terremoto de magnitud 7,7 que sacudió Birmania hace tres días ha aumentado a 2.065 muertos, según informó este lunes (31 de marzo de 2025) la junta militar gobernante. La posibilidad de encontrar sobrevivientes entre los escombros disminuye rápidamente.

Las autoridades declararon una semana de luto nacional y ordenaron que las banderas ondeen a media asta como señal de respeto por las víctimas. El terremoto provocó el colapso de edificios, puentes y carreteras en el centro del país, dejando un panorama de destrucción generalizada.

Miles de heridos y desaparecidos

El terremoto también dejó más de 3.900 heridos y alrededor de 270 personas desaparecidas, agravando la crisis en un país que ya enfrenta las consecuencias de la guerra civil desatada tras el golpe militar de 2021. La falta de recursos dificulta las tareas de rescate y asistencia.

En Mandalay, la segunda ciudad más grande de Birmania, los equipos de rescate trabajan en condiciones extremas con temperaturas que alcanzan los 40 °C, lo que acelera la descomposición de cuerpos y complica las labores de identificación.

Impacto regional: Víctimas en Tailandia

El sismo también tuvo repercusiones a más de 1.000 kilómetros del epicentro. En Bangkok, capital de Tailandia, se reportaron 19 muertes luego del derrumbe de una torre de 30 plantas en construcción. La mayoría de las víctimas eran trabajadores, y muchos de los desaparecidos podrían permanecer atrapados bajo los escombros.

Rescates ininterrumpidos con tecnología especializada

Las operaciones de búsqueda continúan sin descanso en Bangkok. Excavadoras mecánicas remueven escombros mientras las familias aguardan noticias de sus seres queridos. Perros rastreadores y drones con cámaras térmicas recorren la zona en busca de posibles sobrevivientes.

La torre colapsada estaba situada cerca del mercado Chatuchak, un punto muy concurrido por turistas, lo que agrava la incertidumbre sobre el número final de víctimas.

Las autoridades birmanas y tailandesas continúan evaluando los daños y coordinando los esfuerzos de rescate, mientras la comunidad internacional ofrece asistencia humanitaria en medio de la devastación.