martes, 13 de mayo, 2025

EE.UU. y China reanudan negociaciones arancelarias; Trump habla de “grandes progresos”

Comparte esa nota:

Estados Unidos y China reanudaron el domingo en Ginebra las cruciales conversaciones sobre aranceles que han mantenido en vilo a la economía global. Aunque ambas potencias retomaron el diálogo, sus posturas continúan siendo divergentes.

El presidente estadounidense, Donald Trump, afirmó en sus redes sociales que se estaban logrando “grandes progresos” e incluso sugirió un posible “reinicio total” de las relaciones comerciales. Sin embargo, no ofreció detalles específicos y los funcionarios de la Casa Blanca también se mostraron reservados sobre el contenido de las discusiones.

Por su parte, Beijing aún no ha hecho declaraciones oficiales, pero su agencia estatal de noticias, Xinhua, adoptó un tono firme. En un editorial, advirtió: “Las conversaciones nunca deben ser un pretexto para continuar con la coerción o la extorsión, y China rechazará firmemente cualquier propuesta que comprometa los principios básicos o socave la causa más amplia de la equidad global”.

Las reuniones, que marcan el primer encuentro cara a cara entre las partes en este contexto, se desarrollan en medio de un fuerte secretismo. El sábado, ninguna delegación ofreció comentarios a los periodistas al abandonar la sede tras varias horas de reunión, interrumpida solo por una pausa para el almuerzo.

Dos funcionarios estadounidenses confirmaron a The Associated Press, bajo condición de anonimato, que las conversaciones se reanudaron el domingo por la mañana. Aunque las expectativas de un avance significativo son bajas, incluso una leve reducción de aranceles —especialmente si es mutua— podría contribuir a restablecer cierta confianza y estabilizar los mercados globales.

El conflicto comercial entre EE.UU. y China ha tenido un impacto profundo. El mes pasado, Trump elevó los aranceles estadounidenses a productos chinos hasta un 145% combinado, mientras que China respondió con tarifas del 125% a las importaciones estadounidenses. Estos niveles equivalen prácticamente a un boicot mutuo, afectando un comercio bilateral que en 2024 superó los 660.000 millones de dólares.

El viernes, antes de que comenzaran las reuniones, Trump ya había sugerido una posible reducción arancelaria, publicando en Truth Social: “¡Un arancel del 80% parece correcto! Hasta Scott!”, en referencia a Scott Bessent, secretario del Tesoro y principal negociador.

Jake Werner, director del Programa de Asia Oriental en el Quincy Institute for Responsible Statecraft, destacó el valor del encuentro: “Es una señal positiva que ambas partes hayan podido superar sus disputas sobre quién debía iniciar el contacto. Las negociaciones para empezar a reducir la creciente guerra comercial entre EE.UU. y China son muy necesarias”.

Además del comercio general, los aranceles estadounidenses incluyen una carga del 20% específica para presionar a China a tomar medidas más contundentes contra el tráfico del opioide sintético fentanilo hacia EE.UU. El resto de los aranceles deriva de disputas comerciales acumuladas desde el primer mandato de Trump.

El déficit comercial con China, que alcanzó los 263.000 millones de dólares en 2024, sigue siendo uno de los blancos principales de las críticas del expresidente, ahora nuevamente en campaña.