A partir del 14 de julio de 2025, el jitomate mexicano enfrentará un nuevo obstáculo en su ruta al principal mercado de exportación: un arancel del 20.91% impuesto por el Departamento de Comercio de Estados Unidos. Esta medida se da tras la terminación del acuerdo antidumping firmado en 2019 entre ambos países.
Un producto clave para el agro mexicano
Después del aguacate, el jitomate es el segundo producto agroalimentario mexicano más exportado. Tan solo en 2024, generó 3,030 millones de dólares en ventas internacionales, de las cuales casi el 99% tuvo como destino Estados Unidos.
Los principales estados productores y exportadores son Sinaloa, Jalisco, Sonora y Baja California, regiones donde miles de familias dependen económicamente de este cultivo. Desde 2019, el valor de las exportaciones de jitomate ha crecido un 53.4%.
¿Por qué se impone este arancel?
El nuevo arancel es resultado de presiones de productores estadounidenses, quienes acusan a los agricultores mexicanos de vender jitomates a precios por debajo del costo, una práctica conocida como dumping.
El acuerdo antidumping firmado en 2019 establecía controles y precios mínimos para evitar esta práctica. Sin embargo, con la finalización del pacto, el jitomate mexicano queda expuesto a impuestos de importación, que encarecen significativamente su entrada al mercado estadounidense.
¿Qué tanto afecta a México?
Mucho. El jitomate no solo es un motor económico del campo, sino también un elemento esencial en la cocina mexicana. Su producción genera empleo y sustento para miles de familias, y su presencia es fundamental en platillos típicos como salsas, caldos, guisados, enchiladas y arroz rojo.
El nuevo arancel podría reducir la competitividad del jitomate mexicano en EE.UU., obligando a recortar producción o redirigir el producto al mercado nacional, lo cual tendría efectos tanto económicos como sociales.
¿Nos afecta como consumidores?
Sí. En el corto plazo, podría haber una mayor oferta local, lo cual bajaría ligeramente los precios. Pero si la industria se contrae por falta de rentabilidad, podríamos enfrentar una escasez en los siguientes meses, que derive en un encarecimiento del jitomate dentro del país.
Esto afectaría directamente a la alimentación diaria de millones de personas, ya que el jitomate es un ingrediente base en la mayoría de las cocinas regionales de México.
¿Qué hará el gobierno mexicano?
Hasta el momento, la Secretaría de Economía no ha emitido una postura oficial. Sin embargo, se espera que explore vías para resolver el conflicto a través de los mecanismos del T-MEC, además de analizar alternativas como la diversificación de mercados de exportación y el fortalecimiento del consumo interno.