sábado, 19 de abril, 2025

Ataque de EE.UU. en puerto petrolero de Yemen deja más de 70 muertos

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Al menos 74 personas murieron y 171 resultaron heridas tras un bombardeo estadounidense contra el puerto petrolero de Ras Issa, en el oeste de Yemen, controlado por los rebeldes hutíes, informaron este viernes medios vinculados a ese grupo proiraní.

El Ejército de Estados Unidos confirmó el ataque y afirmó que su objetivo fue interrumpir una fuente clave de combustible e ingresos que financia las operaciones militares de los hutíes. Según el Comando Central de EE.UU. (Centcom), se buscó debilitar el poder económico del grupo:

“Las fuerzas estadounidenses tomaron medidas para eliminar esta fuente de combustible para los terroristas hutíes respaldados por Irán y privarlos de los ingresos ilegales que han financiado sus esfuerzos para aterrorizar a toda la región durante más de 10 años”, indicó Centcom.

Estados Unidos considera a los hutíes una organización terrorista desde marzo de 2025. Además, impuso sanciones el jueves contra un banco yemení y sus dirigentes por presunto apoyo financiero al grupo.

El portavoz del Ministerio de Salud hutí, Anees Alasbahi, informó vía X (antes Twitter) el nuevo saldo del ataque. La cadena Al Masirah, cercana a los hutíes, difundió imágenes que muestran cuerpos ensangrentados en el suelo, heridos trasladados en camillas, y un gran incendio que envolvía embarcaciones atracadas en la terminal de Ras Issa.

Los hutíes, que controlan amplias zonas de Yemen, incluida su capital Saná, iniciaron en 2023 una ofensiva en el mar Rojo, en apoyo a los palestinos en Gaza. Desde entonces han atacado buques civiles y militares, dificultando el paso de barcos por el Canal de Suez, por donde transita el 12% del comercio marítimo mundial. Muchas empresas han tenido que desviar sus rutas por el sur de África, con altos costos logísticos.

Este viernes, Israel interceptó un nuevo misil lanzado desde Yemen, lo que subraya la persistencia del conflicto.

Irán, principal aliado de los hutíes, condenó los ataques y los calificó de “bárbaros”, acusando a EE.UU. de violar la Carta de las Naciones Unidas. Por su parte, el movimiento palestino Hamás también denunció el bombardeo como una “agresión flagrante” y un “crimen de guerra demostrado”.

Tras el ataque, los hutíes organizaron manifestaciones en varias ciudades, como Saná y Saadah, coreando consignas como “¡muerte a Estados Unidos, muerte a Israel!”. Las protestas se realizaron en respaldo a Gaza y como rechazo a los bombardeos.

El bombardeo ocurrió poco antes de una reunión prevista entre representantes de Estados Unidos e Irán en Roma, centrada en el programa nuclear iraní. Según el analista yemení Mohammed Albasha, el mensaje de Washington a Teherán es claro:

“Estados Unidos no solo apunta a los recursos militares y al personal de los hutíes, sino también a su infraestructura económica.”