La administración del presidente Donald Trump ha enfrentado recientes reveses judiciales tras intentar revocar la certificación que permite a la Universidad de Harvard matricular estudiantes internacionales y desmantelar el Departamento de Educación federal.

Revocación de la certificación SEVIS a Harvard

El Departamento de Seguridad Nacional (DHS), liderado por la secretaria Kristi Noem, anunció la revocación inmediata de la certificación del Programa de Estudiantes y Visitantes de Intercambio (SEVIS) de la Universidad de Harvard. Esta medida habría impedido a la institución inscribir a estudiantes internacionales con visados F o J para el ciclo académico 2025-2026, afectando a aproximadamente 6,800 alumnos extranjeros. El DHS justificó la acción alegando que Harvard no cumplió con solicitudes de información y promovía un ambiente inseguro y hostil hacia estudiantes judíos, además de supuestos vínculos con el grupo Hamas y el Partido Comunista Chino.

Respuesta judicial a favor de Harvard

En respuesta, Harvard presentó una demanda argumentando que la revocación violaba sus derechos constitucionales y representaba una represalia política. La jueza federal Allison Burroughs emitió una orden de restricción temporal que bloquea la decisión del DHS, permitiendo que los estudiantes internacionales continúen sus estudios mientras se resuelve el caso.

Intento de desmantelar el Departamento de Educación

Paralelamente, la administración Trump intentó eliminar el Departamento de Educación federal mediante una orden ejecutiva que incluía el despido de más de 1,300 empleados. El juez federal Myong Joun bloqueó esta iniciativa, argumentando que tal acción requiere la aprobación del Congreso y criticando la caracterización del plan como una mera “reorganización”. El fallo también ordena la reincorporación de los empleados despedidos.

Estos fallos judiciales representan obstáculos significativos para la agenda de la administración Trump en su intento de reformar instituciones educativas y gubernamentales clave.